Centro de prensa Día Púrpura Guatemala

Epilepsia entre nosotros

Por Maite Sánchez

Es un día cualquiera mientras usted disfruta una taza de café y lee el periódico en su restaurante favorito. Es una hora tranquila y en el local sólo hay una pareja en una mesa del rincón y un muchacho en otra no muy lejos a la suya.

El café aún está caliente y las noticias no son muy diferentes a las del día anterior, pero aún así hay que estar al corriente de la información. Se salta la sección de espectáculos, también la de salud. Le interesa más ver qué han publicado sobre el juego de ayer.

Un golpe seco distrae su atención y levanta la mirada del papel. La pareja del rincón mira asustada hacia la mesa donde estaba el muchacho. Al inicio usted no lo ve, pero al apartar el periódico se da cuenta que el joven ha caido y se sacude con espasmos violentos. Nunca antes lo ha visto, mas usted sabe que él está convulsionando.

El mesero corre a retirar los platos y le pide ayuda para apartar las sillas y mesas para evitar que pueda lesionarse. La convulsión ha cesado, pero aún no recupera la conciencia. Usted observa sin saber qué hacer mientras que el mesero parece tan seguro de cómo prestarle los primeros auxilios.

¿Si no fuera un completo extraño el que se encuentra en esa situación? ¿Si fuera un compañero de trabajo, un amigo, un familiar?

5% de la población mundial ha sufrido una convulsión aislada durante toda su vida. Para 50 millones de personas alrededor del mundo, las convulsiones son síntoma de que padecen de Epilepsia, uno de los desórdenes neurológicos más comunes. Aunque no es una enfermedad contagiosa, cualquiera puede llegar a padecerla.

Las células del cerebro funcionan por medio de estímulos eléctricos que a su vez provocan la liberación de sustancias que incitan el movimiento de otras células en todo el cuerpo. La epilepsia es un desorden de estos estímulos que se caracterizan por convulsiones no provocadas y recurrentes.

Cuando se habla de convulsiones, lo primero que viene a nuestra mente es un caso como el ejemplo con el que inicia este artículo. La persona cae al piso y su cuerpo comienza a sufrir de espasmos que lo sacuden violentamente. Es necesario que sepamos cómo reaccionar ante este tipo de convulsión para evitar que la persona sufra heridas secundarias y ayudarlos en los momentos de confusión posterior al ataque. Sin embargo, existen otros tipos de convulsiones menos conocidos, algunos más difíciles de identificar. En epilepsy.com identifican al menos 10 tipos diferentes de convulsiones y los factores que las provocan varian con cada persona.

La epilepsia no tiene el mismo origen en todos los casos. Las causas más comunes en los niños son un defecto genético o una infección. También puede ser causada por un severo trauma craneal que provoque una lesión cerebral. En adultos, las causas más comunes son derrames o tumores.

Quizá nunca sepas que alguien cercano a ti sufre de epilepsia porque ha controlado sus convulsiones con algún tratamiento, pero todos conocemos a alguien que padece esta enfermedad y ha logrado que no represente una interferencia para desarrollar sus labores rutinarias.