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Observatorio de medios

ENTREVISTA: PATXI IBARRONDO, EX DIRECTOR DEL SEMANARIO CNTABRO ‘LA REALIDAD’, CLAUSURADO EN 2001

Objetivo: aplastar ‘La Realidad’

Redaccin Cantabria / Santander
Jueves 5 de julio de 2007. Nmero 58
Con el embargo de su pensin por enfermedad, dictado por la jueza Laura Cuevas, Patxi Ibarrondo afronta momentos difciles. Cuando se decret el cierre definitivo del semanario crtico cntabro La Realidad, en diciembre de 2001, ste tena una difusin de 1.100 suscriptores y 850 ejemplares de venta en kioscos...

La Realidad intent, a un precio muy alto (cinco demandas civiles pidiendo cada una 30 millones de pesetas de indemnizacin y tres querellas criminales) no resignarse a que banqueros, especuladores inmobiliarios y polticos herederos del franquismo campasen por sus respetos por Cantabria.

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PATXI IBARRONDO. Prefiere no hacer hincapi en su situacin personal porque seala que su caso sirve en realidad para tapar lo que est pasando en el “bnker” cntabro. / Olmo Calvo

DIAGONAL: La sentencia es irrevocable porque viene del Supremo, existe alguna iniciativa de solidaridad para abonar la multa o alguna otra actividad al respecto?

PATXI IBARRONDO: Por el momento, lo concreto es que el pago de los 12.020 euros en que los jueces han tasado finalmente el honor de Carlos Siz [lder del PP cntabro] lo afrontamos otros dos compaeros cooperativistas y yo mismo. Aunque me han llegado noticias de reuniones de organizaciones sociales con el fin de echar una mano y denunciar esta cacera al periodista.

D.: Por qu crees que Carlos Siz te ha perseguido hasta conseguir el ‘embargo’ de tu pensin, a pesar de que su partido ya haba conseguido el cierre de La Realidad?

P. I.: Ambas cuestiones se resumen en lo mismo. Haba que acabar para siempre con el aguijn crtico de La Realidad y neutralizar cualquier insistencia de continuar esa labor molesta por parte de su director con el digital Otra Realidad o de cualquier otro modo. El objetivo es aplastar como aviso a los navegantes de que no se toleran insolencias periodsticas en este feudo. Hay adems un plus de venganza cavernaria. Merced al periodismo llevado a cabo en nuestra publicacin, se abortaron algunos macroproyectos urbansticos y otras maniobras orquestales en la oscuridad de los despachos. Hasta nuestra salida a los kioscos estaban acostumbrados a una impunidad total, basada en una ley del silencio que ha vuelto a tener vigencia. Uno de los ejemplos ms espectaculares de cortocircuito informativo a las intenciones especulativas fue el ‘caso Comillas’. ste fue sin duda el que desbord la inquina del entonces todopoderoso Siz y de su jefe de filas, Gonzalo Pieiro, hacia mi persona. Otro ejemplo espectacular fue el ‘caso Ogarrio’, Oyambre y as sucesivamente...

D.: Por qu ese acoso contra el peridico y tu persona por parte de la jueza Laura Cuevas?

P. I.: Eso habra que preguntrselo a ella. Desde luego no creo que sea normal que desde la desmesurada ejecucin de condena de 127.000 euros por un sarcasmo, ande aplicndome la pena mxima constantemente. Hasta llegar al extremo de embargarme la cuenta donde la Seguridad Social ingresa mi pensin de invalidez absoluta. Desde luego, al no tener certezas, todas las hiptesis estn abiertas. Pero hacer constar en la sentencia que Siz era intocable, siquiera humorsticamente “porque se trata de un poderoso hombre pblico” da mucho que pensar. Aunque no se pueda decir, por si acaso cae otra lluvia de piedras.

D.: Cul fue la actitud ante el cierre del peridico por parte de los medios de comunicacin de Cantabria?

P. I.: Indiferencia absoluta salvo para regodearse puntualmente con nuestras condenas. Aparte de los despachos de la agencia EFE y algn medio disperso de menor entidad, los diarios, radio y televisin no reflejaron que haba manifestaciones legales cortando el trfico en las calles de Santander y Jornadas por la Libertad de Expresin en la Universidad de Cantabria, con prestigiosos ponentes de la judicatura y el periodismo. Tampoco se hicieron eco cuando el Club Internacional de Prensa galardon en Madrid a La Realidad con el Premio del Ao 2002 a la libertad de expresin. Son las cosas del “periodismo objetivo”. En cuanto a la Asociacin de la Prensa, slo nos llamaron cuando estbamos abandonando la redaccin por orden judicial, para saber si el cierre era definitivo y as borrarnos de su Anuario de Medios de Comunicacin.

D.: Cmo se comport la izquierda poltica ‘oficial’?

P. I.: Por parte de la izquierda institucional, la misma indiferencia. La izquierda oficial se limit a alguna presencia sindical de CC OO en las manifestaciones y buenas palabras con la boca pequea. El nico apoyo sincero, que insisto en agradecer de todas todas, fue el procedente de la indignacin de los apoyantes y suscriptores del peridico. Poca fuerza frente a tantos y tan altos muros.

D.: La normativa (Ley de Enjuiciamiento Civil) que permiti el cierre de La Realidad fue reformada poco tiempo despus. Crees que la legislacin actual protege la libertad de expresin, sobre todo en relacin al llamado “derecho al honor”?

P. I.: Mientras subsista la abstracta y neofranquista entelequia del honor, a la que se acogen como autmatas todos los crpulas, la libertad de expresin en este pas seguir amenazada. Algo tan interpretable depender siempre del sentido del humor de cualquier juez de primera instancia de provincias. En esa situacin, tan slo los grandes medios podrn afrontar la cuanta de las indemnizaciones. Los pequeos morirn o sern la voz de su amo.

D.: Llevas dcadas denunciando con tus noticias, reportajes y columnas los desmanes de la clase poltica y empresarial de Cantabria, qu valoracin haces de todos estos aos de batallas? Tienes en mente algn nuevo proyecto informativo?

P. I.: A la vista de la realidad circundante, mi valoracin es ms bien negativa. Pero mereci la pena porque este oficio es grande cuando se cree en l y es sufrido, pero da tambin grandes satisfacciones. Y pienso realmente que de no haber estado ah como una especie de dique de contencin de los abusos del poder, la cosa habra sido mucho peor. Ahora tengo un blog incipiente: El Antdoto en patxibarrondo.com que ya se puede ver y que hay que madurar poco a poco.

D.: Cantabria sigue siendo ese “cortafuegos del Norte” del que hablabas en tus columnas o crees que algo comienza a moverse?

P. I.: Como feudo que es de la principal familia financiera de Espaa, Cantabria sigue cumpliendo fielmente su papel geopoltico de cortafuegos ultraconservador, entre dos territorios potencial o efectivamente convulsos como son Asturias y Euskadi. La estatua abominable del dictador sigue ah y el callejero de la capital es una afrenta a la concordia democrtica. Los mandamases ya han logrado convertir Santander a un simple logo bancario. Si algo se mueve es de temer que sea a peor.

D.: Actualmente un grupo de personas trabaja en Cantabria para lanzar una edicin regional de DIAGONAL. Qu consejos puedes darnos para que el peridico permanezca en el tiempo?

P. I.: Consejos ninguno, ya que cada medio de comunicacin es un mundo que se basa en algo tan dispar y especial como es el factor humano. Lo nico que puedo decir es que lo hagan lo mejor que sepan, con la dignidad por delante y sin complejos. Con rigor y con amenidad. Y por si los que hemos ido por delante podemos servir de algo, ah est la coleccin de La Realidad. Sin copyright.

D.: Por ltimo, cmo te encuentras de nimo?, cul es tu situacin personal en este momento?

P. I.: Si no han acabado conmigo todava es porque atesoro un poso de humor negro, pienso que herencia de mi madre. Mi situacin es la que es. Pero hay cosas mucho peores en este mundo maldito.

En realidad, no es el nico caso
MANUEL TABERNAS
Muchas voces de indignada protesta se elevaron desde los medios de comunicacin convencionales contra el “cierre” (no renovacin de la licencia de emisin) del canal RCTV por parte del Gobierno de Chvez. Se emplearon realmente a fondo en la crtica al “dictador” de Venezuela, a su vapuleo meditico y, en algunos casos, recurrieron a una manipulacin tan evidente como burda.

No fueron tantos (o ninguno) los que se alzaron para protestar por el cierre de La Realidad y, por el contrario, fueron muchos los que jalearon el cierre de otros diarios como Egin y Euskaldunon Egunkaria y de revistas como Kale Gorra. Todas cerradas “cautelarmente” tras agitar contra ellas el espantajo de la colaboracin con el terrorismo. El nico delito de EGIN fue, al parecer, unos impagos a la Seguridad Social y el fiscal del ‘Caso Egunkaria’ pidi el sobreseimiento por falta de indicios de “asociacin ilcita” con ETA. Han reabierto el caso recientemente. Estos medios ya no se publican. se era el objetivo.

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