Objecin Fiscal al Gasto Militar e Insumisin Fiscal de forma segura

Introduccin

La Objecin Fiscal al Gasto Militar (www.grupotortuga.com/Campana... ) es una veterana campaa poltica de Desobediencia Civil mediante la cual algunas personas tratan de evitar que una parte de sus impuestos financien los gastos militares. Para ello descuentan una determinada cantidad econmica (o la reclaman de ms) en el momento de hacer su declaracin de hacienda (IRPF) desvindola hacia destinos que se consideran de verdadera utilidad social.

En el ltimo ao algunos colectivos han entendido que hay otros gastos estatales adems del militar a los que cabra objetar (monarqua, iglesia catlica, financiacin a los bancos…) y han lanzado una campaa muy similar en contenidos, objetivos y metodologa que han llamado “Insumisin Fiscal” (www.derechoderebelion.net/fi... )

A lo largo de los muchos aos que se viene realizando la Objecin Fiscal al Gasto Militar la gran mayora de las veces (que no todas) Hacienda no reclama el dinero desviado o devuelve sin problemas el que se le reclama cuando la declaracin es a devolver. Sin embargo la Objecin Fiscal al Gasto Militar se encuentra ante algunos retos de carcter tcnico.

Por ejemplo, cmo integrar en la campaa a personas que normalmente no hacen declaracin de IRPF? O, cmo hacer frente a reclamaciones que en ocasiones realiza Hacienda del dinero que devolvi de ms o que no ingres? Ms teniendo en cuenta que el plazo legal que tiene Hacienda para revisar nuestras declaraciones de IRPF es de cuatro aos (1).

Y otra cosa ms: Teniendo en cuenta que cuando reclamamos a Hacienda una devolucin, la cual est incrementada en su cantidad final por el importe de la Objecin Fiscal, primero hemos de ingresar de nuestro bolsillo el dinero a la cuenta bancaria del destino correspondiente, qu pueden hacer personas sin recursos o personas que desean objetar cantidades altas de dinero de las cuales no disponen?

En el presente documento analizaremos stos y otros problemas y trataremos de ofrecerles solucin.

Por qu objetar?

Podramos ofrecer largos argumentos, pero baste la consideracin de que es un importante derecho tico el de no colaborar con aquello que se considera injusto o ilegtimo. Pocas cosas ms denostables en nuestra sociedad que los mecanismos institucionales para la preparacin y la realizacin de la guerra. El militarismo de los pases occidentales, entre los que se encuentra el nuestro, se ha convertido en una herramienta indispensable en los mecanismos capitalistas de expolio del mundo, al tiempo que es el garante principal y ltimo de la pervivencia del propio sistema en caso de insurreccin popular.

Vivimos en un estado en el que por suerte no existe el servicio militar obligatorio. Por ello nuestra forma actual de colaborar con y ser cmplices del militarismo es el pago de los impuestos. El enorme dispendio del gasto militar que, no olvidemos, consume buena parte de los recursos que podran emplearse para atender otro tipo de necesidades preferibles como sanidad, educacin,etc., procede directamente de nuestros bolsillos.

Los impuestos que recauda el estado

El estado no solo obtiene impuestos mediante la declaracin de hacienda (IRPF). Tambin lo hace, y es la forma de hacer caja que ms se est potenciando ltimamente y que ms peso est ganando en la fiscalidad, con impuestos de los que nadie puede librarse, como el IVA o los impuestos especiales, entre otros. (Ver abajo, en anexo, una explicacin ms detallada de la cuestin impositiva).

Si analizamos pormenorizadamente en qu emplea y en qu no emplea el estado ese dinero que recauda mediante la presin fiscal, consideramos que hay razones suficientes para no tributar un solo euro y en su lugar generar formas de autogestionar todos los servicios cuya administracin se arroga el estado. Aunque opinamos que no hay que renunciar a objetivos de gran calado, los cuales pueden irse abordando poco a poco, no se nos escapa la enorme dificultad de recorrer como sociedad este camino en forma significativa. Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto y momento en el que estamos, lo que s podemos hacer ya es intentar no pagar, o recuperar parte de lo que la administracin nos recauda. Lo podemos hacer mediante la Objecin Fiscal.

No hay forma material (o resulta muy complicado) de negarse a pagar el IVA, la seguridad social o los impuestos especiales, pero s podemos aprovechar el momento de realizar la declaracin de IRPF, tengamos o no obligacin de hacerla, para reclamar al estado que nos devuelva la parte de nuestros impuestos destinada a fines militares o a otros que consideremos igualmente ilegtimos.

Quin puede objetar?

Segn se deduce de lo que hemos venido explicando, puede hacerlo cualquier persona. No hace falta ser trabajador asalariado o tener ingresos oficiales. Puede objetar una persona jubilada, estudiante o parada, ya que a todas cobra impuestos el estado a manos llenas y sta es la nica oportunidad real para recuperar parte de la exaccin.

Cmo se hace? Qu cantidades?

En primer lugar se determina la cantidad de impuesto que se desea recuperar para desviar a un fin socialmente til. Desde Tortuga venimos proponiendo que se objete la cantidad que resulta de dividir la totalidad del gasto militar espaol del ejercicio entre el nmero de habitantes del estado (666’42 € en 2011). Si se desea objetar a la financiacin de ms realidades cabe incrementar esta cantidad. Y de todas formas, aunque la Objecin Fiscal pretende ser un mecanismo real de recuperacin de dinero, tambin es importante su funcin simblica de denuncia de la realidad militarista y del resto de circunstancias nocivas del sistema. Es por ello por lo que entendemos que cualquier cantidad objetada, aunque sea un solo euro, es buena y suma en esta campaa que tambin es de concienciacin.

Una vez aclarada esta cuestin procederemos a ingresar la cantidad que deseamos objetar en la cuenta bancaria de la organizacin que hayamos elegido como destino del dinero recuperado. La parte que da un poquito de trabajo y que ms suele desanimar es la de rellenar el formulario, el impreso del IRPF. Y aunque una cierta actitud de pereza no debera ser excusa para esto ni para nada, s hay que decir que cumplimentar esos papeles, hacer la declaracin de la renta, es sorprendentemente ms sencillo de lo que mucha gente piensa. Introducir la Objecin Fiscal en una declaracin de la renta es tan fcil como aadir un nmero ms en una parte del impreso llamada “retenciones y dems pagos a cuenta” y hacer despus un par de sumas o de restas. Los grupos que promovemos la Objecin editamos cada ao en papel y en internet informacin detallada al respecto y disponemos de servicios telefnicos en los que asesorarse en caso de dudas.

Hacer la declaracin de IRPF asimismo es tan sencillo como copiar al papel la informacin del borrador que nos ha remitido hacienda, la del programa informtico PADRE que hemos hecho en casa o nos ha hecho alguien o, en caso de ser persona que no tiene que hacer declaracin porque no tiene ingresos, rellenar simplemente los datos identificativos que va requiriendo el impreso, poner algunos ceros en las casillas que preguntan por los ingresos del ejercicio e introducir la Objecin Fiscal haciendo la consiguente reclamacin de devolucin.

Este impreso, junto con el justificante de haber hecho el ingreso a la organizacin de nuestra eleccin y una carta a la persona Delegada de Hacienda en la que se le explica que es un acto poltico el que realizamos y no un intento de fraude, lo entregaremos en la oficina de Hacienda, o mucho mejor, en la sucursal donde tengamos la cuenta bancaria, donde no nos podrn pega alguna. Es importante informar de la objecin realizada al grupo promotor ms cercano o a Tortuga (tortuga@nodo50.org), que se encarga de centralizar los datos de todo el estado cada ao.

La forma segura

Aunque no es lo comn, puede suceder que Hacienda nos reclame el dinero que le hemos pagado de menos (en caso de declaracin a pagar) o el que nos ha devuelto de ms (en caso de declaracin a devolver). No solo eso; aunque no pase en esta ocasin nadie nos garantiza que el ao que viene o al otro Hacienda no revise otra declaracin nuestra y nos reclame el dinero desviado del ao revisado y quiz el de algunos anteriores hasta un mximo de cuatro.

Algunas personas objetoras a las que les ha ocurrido esta circunstancia asumen con resignacin el doble pago de su impuesto: la cantidad que en su da desviaron a un destino de su eleccin y esa misma cantidad que les toca volver a pagar, en esta ocasin a Hacienda. La entienden como una especie de apuesta en la que en caso de perder (que Hacienda te reclame) lo que sucede es que han pagado con normalidad sus impuestos al estado y adems han hecho un donativo a una causa que merece la pena. Tal cosa se puede sobrellevar en caso de personas solventes o de objeciones de muy escasa entidad, pero se entiende que no es para nada el ideal.

Por ello desde hace aos algunos destinos que reciben dinero de la Objecin Fiscal se comprometen con las personas objetoras a la devolucin del dinero en caso de reclamacin de Hacienda. Tal medida introduce ya un mecanismo de “seguridad” a la hora de objetar y garantiza a la persona que objeta que no va a tener que pagar doblemente sus impuestos.

Pero qu ocurre si las objeciones son de gran cuanta? Y si Hacienda reclama las de varios aos? Desde Tortuga proponemos a los destinos locales que creen fondos “de seguridad” en los que depositar durante cuatro aos –el periodo mximo de prescripcin de la posibilidad de que Hacienda lo reclame- el dinero recibido por Objecin Fiscal. As, en caso de reclamacin, el destino podra devolver el dinero a la persona objetora la cual evitara pagar el impuesto doblemente. Se entiende que esto solo se hara en caso de que la persona objetora lo solicitara y normalmente en casos de objeciones de cierta entidad econmica. Para realizar tal cosa el Grupo Antimilitarista Tortuga ha creado una cuenta en la cooperativa de servicios financieros ticos y solidarios Coop57.

Qu es Coop57?

Coop57 www.coop57.coop/ es una cooperativa de servicios financieros ticos y solidarios que se dedica a recoger ahorro popular para financiar proyectos de economa social y solidaria. Es una entidad gestionada por su base social: las entidades de economa social y solidaria que forman parte de ella (y que son las que utilizan sus servicios financieros), y las personas y entidades que depositan en ella sus ahorros. El objetivo de Coop57 es prestar servicios financieros a sus socios.

Acorde con la Ley de cooperativas, Coop57 tiene dos tipos de socios:

Socios de servicios:
 Son entidades de la economa social y solidaria
 Pueden depositar dinero en Coop57
 Pueden recibir prstamos de Coop57
 Deben hacer una aportacin obligatoria al capital social de 901,52 euros y pagar 98,48 euros para cubrir los gastos de entrada.

Socios y socias colaboradores (sera el caso de Tortuga):
 Son mayoritariamente personas fsicas
 Pueden depositar dinero en Coop57
 No pueden recibir prstamos de Coop57
 Deben hacer una aportacin mnima de 300,51 euros

Los dos tipos de socios participan en los rganos de decisin y de gestin de Coop57. De esta manera, aparte de poner en prctica la democracia econmica, se supera la tradicional separacin y contraposicin entre los ahorradores y los receptores de financiacin: todos juntos deciden las cuestiones importantes y las lneas de trabajo de la cooperativa.

Coop57 desarrolla su actividad en base a los principios de la banca tica:

 Coherencia
 Democracia
 Transparencia

Coop57 es una entidad “parabancaria”. Con su sede social en Barcelona, desarrolla una actividad financiera como cooperativa de servicios y, en consecuencia, se rige por la Ley de Cooperativas catalana. No tiene ficha bancaria y no est regulada por el banco central. Ello limita su actividad (no puede ofrecer prstamos a las personas o servicios de banca minorista, como por ejemplo cuentas corrientes, tarjetas de crdito, etc.), pero, por otra parte, le da una capacidad de autogestin y una agilidad para dar respuesta a las necesidades financieras de sus socios (las entidades de la economa social y solidaria) mucho ms alta que las entidades financieras convencionales.

Coop57 se organiza en red por secciones territoriales para asegurar la proximidad a la base social de economa solidaria y a sus necesidades financieras. Actualmente existen secciones territoriales en Andaluca, Aragn, Catalua, Galicia y Madrid. Cada seccin decide qu entidades admite como socios y qu prstamos concede.

Cmo se gestiona el depsito de Coop57 de Tortuga para la Objecin Fiscal al Gasto Militar?

Tortuga anima a los diferentes destinos locales o grupos de personas objetoras a abrir cuentas en Coop57 o en otras bancas ticas de sus mismas caractersticas (por ejemplo Fiare www.proyectofiare.com/web/ ), con el fin de dar cobertura a esta necesidad de “asegurar” a las personas objetoras frente a posibles reclamaciones de Hacienda y de paso colaborar con la generacin de tejido econmico social alternativo con el dinero depositado en los fondos.

La cuenta de Coop57 abierta por nuestro grupo estar tambin a disposicin de los destinos participantes en la campaa de Objecin Fiscal al Gasto Militar de Alacant que lo deseen. El recurso tambin podr ser utilizado por otros destinos de Objecin Fiscal con los que nos unan lazos suficientes de amistad y confianza.

Seguiremos estos principios a la hora de utilizar el fondo:

 Se llevar un archivo de datos en papel y en soporte informtico en el que constar informacin de cada objecin anotndose el nombre de quien la realiz, el destino que la recibi, su cuanta y su fecha de vencimiento. Se entiende que el dinero pertenece al destino de Objecin Fiscal y no a la persona objetora.

 El dinero permanecer en la cuenta durante cuatro aos, hasta el vencimiento de la fecha establecida al hacer la imposicin. A partir de ese momento el destino receptor podr retirar con toda normalidad la totalidad del dinero.

 Si Hacienda reclama el dinero, ste, junto con los intereses de IPC que puedan estar incluidos en la reclamacin, se le facilitar al destino de Objecin Fiscal para que lo haga llegar a la persona objetora y sta lo devuelva a Hacienda.

 Si el dinero o parte de l es retirado antes del plazo por motivo distinto al anterior, tanto la persona objetora como el destino de Objecin Fiscal habrn de dar conjuntamente su conformidad, quedando Tortuga liberada de cualquier compromiso o responsabilidad en caso de reclamacin posterior por parte de Hacienda.

 Tortuga en ningn caso har uso privado de las cantidades ajenas depositadas, las cuales no le pertenecen.

 Si finalizado el plazo de cuatro aos un destino de Objecin Fiscal ha desaparecido, o por la razn que sea no reclama el dinero, ste se quedar en la cuenta para que Coop57 lo siga empleando en la generacin de economa social y solidaria.

 Cualquier tipo de inters o remuneracin que el depsito pueda devengar, salvo en el caso de que Hacienda lo reclame junto con la devolucin del dinero objetado, quedar como donacin en la cuenta con el mismo objetivo expresado antes.

Y si no tengo dinero para poder hacer el ingreso previo a la Objecin?

Como hemos explicado arriba, el paso previo para realizar la Objecin Fiscal es ingresar la cantidad correspondiente en el destino elegido. Posteriormente esa cantidad se resta de lo que se deba abonar si la declaracin de IRPF es a pagar, o se reclama a Hacienda si la declaracin es a devolver. Aunque ya qued dicho que cualquier cantidad a objetar es vlida, nos parece recomendable realizar objeciones que se correspondan al menos con la cifra del gasto militar del estado por persona y ejercicio. Hablamos de cantidades que fcilmente superarn los 500 euros cada ao. Se entiende que muchas personas que desearan hacer la Objecin Fiscal no disponen de esa cantidad para adelantarla en espera de que Hacienda la pueda devolver en los meses que tiene de plazo para hacerlo.

Nuestra propuesta en esos casos es que alguna persona cercana o el propio destino que va a recibir el dinero recuperado adelante en forma de prstamo la cantidad (666’42 en la campaa del ao pasado) para que la persona objetora pueda realizar su objecin. Si Hacienda devuelve la cantidad reclamada, la persona objetora a su vez devolver el dinero a quien lo adelant. Y si Hacienda no acepta realizar la devolucin, el destino de Objecin Fiscal retornar el dinero a quien lo prest, o no har nada en absoluto si el prstamo sali de su propia cuenta.

Nota:

1.- El derecho de la Administracin a exigir el pago de una cantidad de dinero por un impuesto incorrectamente tributado (tanto si la declaracin de IRPF result a pagar como si result a devolver) se extingue a los cuatro aos a partir del da siguiente de finalizacin del plazo reglamentario para tributar dicho impuesto. (noticias.juridicas.com/base_... ) Por ejemplo, una declaracin de IRPF con Objecin Fiscal al Gasto Militar presentada en mayo o junio de 2012, a partir del uno de julio de 2016 (el plazo de IRPF acaba normalmente el 30 de junio) ya no podra ser reclamada por Hacienda.

Anexo sobre impuestos

Tradicionalmente cuando las personas de a pie, sobre todo las asalariadas, hemos pensado en impuestos, siempre se nos ha venido a la mente la declaracin de la renta (el IRPF). Bajo este prisma la Objecin Fiscal ha sido siempre vista como cosa de personas asalariadas, con nmina, de las que cada ao han de sacar cuentas con el estado a ver si les han retenido de ms o de menos de sus sueldos. Y por ello quienes no estaban en esa situacin, quienes no tenan que hacer la declaracin de hacienda no se han comprendido a s mismas como impositoras, como “contribuyentes” a las arcas estatales.

Es preciso abrir los ojos y darse cuenta de que el estado, en sus diversas administraciones, percibe impuestos de todas las personas sin excepcin. Adems de los impuestos llamados directos, entre los que destacan el IRPF y el Impuesto de Sociedades que pagan empresarios grandes y pequeos, estn los indirectos como el IVA que grava absolutamente todas nuestras compras “legales” y que supone un mordisco del 16% anteayer, el 18% ayer y el 21% hoy (aunque es posible que crezca an ms). Tambin tenemos impuestos especiales como los que afectan a la gasolina, la energa elctrica o algunos gneros como el alcohol y el tabaco. La acumulacin de diversos impuestos a la hora de comprar algunos de estos productos hace que el estado llegue a ingresar hasta un 60% del precio que nosotros pagamos a la persona o compaa vendedora. Estos ltimos impuestos (indirecto y especial), a diferencia de los directos, no son progresivos y no se pagan en funcin de la renta de cada cual sino todas las personas por igual, lo cual los convierte en doblemente injustos. No en vano la poltica impositiva que se est exigiendo al estado espaol desde las instituciones europeas con motivo de la crisis es la de subir estos impuestos no progresivos, que afectan a cada persona, dejando los otros, los proporcionales a la renta, ms o menos como estn.

Pero ah no acaba todo. El estado tambin recauda nuestro dinero mediante un sinfn de pequeos artificios: multas, zona azul, tasas, matrculas, impuestos de circulacin, a la vivienda, etc. Y especialmente mediante una frmula que tradicionalmente no ha sido vista como un impuesto cuando en realidad lo es y de los ms fuertes (puede suponer entre la cuarta y la tercera parte del sueldo que reciben no pocos asalariados): la cotizacin a la Seguridad Social, la cual se nos dice que es para pagar nuestra atencin sanitaria, nuestras prestaciones por desempleo y nuestras futuras pensiones, argumento que no cuadra demasiado, por ejemplo, con el hecho de que todas estas prestaciones se estn recortando dramticamente y los asalariados y trabajadores autnomos sigan pagando la misma cuota.

Qu hace la administracin con todo este dinero? Pues evidentemente implementar los servicios que la sociedad viene utilizando: sanidad, educacin, infraestructuras… Pero con ese dinero, como decamos arriba, tambin se financian realidades indeseables -como la militar entre otras- y una gran parte del mismo, la cual crece proporcionalmente cada ao, va directamente a manos de beneficiarios privados en forma de subvenciones a la banca y de pagos de intereses de deuda que el estado contrajo, contrae y contraer sin consultar con nadie y sin explicar porqu.

En sentido estricto podramos comprender al estado como una engrasada mquina de exprimir riqueza a la poblacin. Una parte de esa riqueza la devuelve a la sociedad en forma de servicios bsicos asegurndose as la paz y el concierto social y consiguiendo legitimidad como instancia inexorable de gobierno. Otra parte la destina a sus propias necesidades (burocracia, ejrcito, polica, crceles, recaudacin de impuestos, elecciones…). Y por ltimo otra buena parte, una vez los polticos profesionales que gestionan el dinero se han guardado su “comisin”, va a parar directamente a las cuentas corrientes de los accionistas de grandes empresas. Es bajo esta forma de entender la funcin econmica de los aparatos estatales -trasvasar la riqueza en poder del pueblo concentrndola en pocas manos- que podemos comprender como una forma ms de cobrar impuestos la connivencia de los polticos gobernantes con empresas privadas de determinados sectores econmicos a quienes facilitan fijar precios muy inflados para los servicios que venden y completamente fuera de las leyes de mercado y libre competencia. Es lo que ocurre con la estafa del precio de la electricidad o el de las autopistas, por poner dos ejemplos paradigmticos. Para que luego alardeen de “libre mercado”.

Ver tambin:

Cifras y balance de la campaa de Objecin Fiscal al Gasto Militar 2012 en Alacant

Ms editoriales de Tortuga

• Últimos artículos de otras webs
• Últimos comentarios
• Artículos + populares
• Artículos + visitados

• Enlaces
• Objeción Electoral
• Editoriales anteriores
• Recursos formativos

• Secciones
• Temas

• Insumissia
• Declaración ideolgica - AA-Moc
• Socialismo Autogestionario Noviolento
• Más sobre Tortuga