Madre de todas las parroquias de la zona nororiental; una de las más significativas de la arquidiócesis de Medellín.

La historia cuenta que los vecinos se pasaban de mano en mano los ladrillos; fueron en total 450.000. El Calvario es considerado como el segundo templo del mundo construido en ladrillo cocido, después de la Metropolitana, se lee en un libro de esta parroquia del barrio Campo Valdés.

De hecho, la idea era que fuera una réplica de la catedral; por lo menos que se pareciera mucho- menos grande. El patrono es el Santo Cristo y el 2º San Juan Nepomuceno. Al lado izquierdo del altar está colgado el cristo al que la gente tiene más devoción. La procesión más llamativa de la semana santa es la del martes que sale de la Metropolitana.

Es una edificación de estilo Neo-Románico que evoca en sus proporciones y en su estructura a la catedral; es uno de los templos más amplios de la ciudad y conserva en sus líneas la majestuosidad de las basílicas en la austeridad noble del ladrillo a la vista. Es toda una maravilla verla desde lejos, amplia, majestuosa, sólida y bien proporcionada destacándose entre las casas del barrio que la rodea; uno de los más tradicionales de la ciudad, cuna de familias sencillas y trabajadoras. Entrar en el recinto es dejarse sumir en la fe. Su decoración es exquisita congregando no pocos fieles allí.

Está ubicada entre carreras 48ª y 49 y las calles 77 y 78.