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Servir-Maridaje
Hablar sobre los maridajes y mejores “matrimonios” que le convienen a un queso en general y a uno como el de DO Idiazabal, en particular, podría llevar a escribir un sinfín de libros de recomendaciones.
Sin embargo, nuestra manera de disfrutar de un queso se limita, y así ha de ser, a que sea la propia persona la que finalmente se quede a gusto y satisfecho de lo que hace. Al fin y al cabo, el maridaje lo establecemos cada uno de nosotros.
Por ello, en las siguientes líneas las opiniones que expresamos son eso, opiniones que nos hemos ido formando a lo largo del tiempo, y cuya única pretensión es comentarles de manera general la manera en la que creemos que se puede disfrutar de un queso de la categoría de los DO Idiazabal.
Lo primero que le decimos es que a un buen queso de la DO Idiazabal le corresponde un buen pan blanco. Es obvio, pero no está de más recordarlo. Es un aliado infalible para disfrutar en todo momento.
Y como cada región es un mundo, cada queso ha ido desarrollando un maridaje natural fraguado a lo largo del tiempo con las bebidas típicas del lugar. En el caso del País Vasco nuestros quesos siempre han compartido mesa con bebidas como la sidra, el chacolí o los vinos de la Rioja Alavesa y Navarra. Y así sigue sucediendo.
Pero de forma más general podríamos decir que para los quesos menos curados, con un gusto más fresco y suave, casarían bien con vinos tintos y blancos jóvenes. Mientras que para los quesos más curados, que ganan en potencia de sabor, el acompañamiento de un vino tinto crianza con cuerpo y bien equilibrado, así como los vinos de manzanilla o los finos, creemos son un contrapunto ideal para disfrutar plenamente tanto del queso DO Idiazabal como del vino.