Acoger a cada niño como una persona única, establecer con él una relación de confianza recíproca, permitirle descubrir y ensalzar sus capacidades y sus potencialidades, éste es el papel de la escuela. Al menos es como lo concibe el movimiento internacional de escuelas Waldorf, y se une así a la reflexión y a la acción que lleva la UNESCO en materia de educación.
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA - Director General de la UNESCO 1994